domingo, 17 de mayo de 2020

Abro cajones, armarios y cajas. Rebusco en los bolsillos, mochilas, carpetas. En todos los huecos y a simple vista. Vuelvo a repasar todo minuciosamente y no. Cada rincón oscuro, cada estante, cada sonido. No lo consigo. No me encuentro por ninguna parte. No estoy. He desaparecido y no veo el camino de vuelta. 








jueves, 3 de enero de 2019

Aquí estamos de nuevo,
pero no sólo ha pasado el tiempo.
Lo que antes era fácil
ahora ni lo encuentro.
Envolví todas mis ganas
y las guardé bajo el suelo,
no sé si volveré a sacarlas
y tengo miedo.
De volver a perderme
y de perderte en el intento.
De no saber mirarte 
y sentir que desaparezco.
De buscar en los bolsillos
y encontrar aquellos besos versos
que escribí para ti un día
en el que todo era perfecto.

viernes, 26 de octubre de 2018

Y son esos besos que cosen heridas,
esos abrazos que borran cicatrices, 
esas caricias que tumban muros
y esos 'te quiero' que no dices  
mientras miras esos ojos que saben disparar sin balas.

miércoles, 3 de octubre de 2018


Y las palabras de hace años vuelven a retumbar en mi cabeza como mis propios latidos.

"No tenemos nada que aportarnos."

Tamborilean mi sien.

"No tienes nada que aportarme."

Las acaricio letra a letra, las miro hasta con cierto cariño. Las deshago entre mis dedos, les doy forma, la que a mí no me conviene.

"No tienes nada que aportar."

Las mastico lentamente y las trago.
Llegan a mi estómago y, aunque me mienta, sé que nunca podré digerirlas. Que se han quedado ahí y hacen mella, poco a poco. Que realmente son más mías que suyas. Que me hacen sentir vacía.

"No tienes nada que aportar."

Han creado una úlcera que arde cuando las cosas se complican.
Que me lo vuelve a recordar y continúa destruyéndome por dentro.

"No tienes nada que aportar."

Que puedo intentar convencerme con fuerza, puedo repetirme que no es cierto, puedo conseguir rebatirlo las veces que quiera pero al final del día es la razón por la que no te envío lo que te escribo, aunque sepa que es mentira.

martes, 28 de agosto de 2018

Duele.


Es un agujero que me atraviesa el esternón. 
Empezó a quemar y explotó. 
Ahora pueden ver a través de mí.
Pero no pueden sentir el dolor, el yunque en el pecho, el nudo en la garganta, las pesadillas que me desvelan cada noche, la falta de aire...

Consumida, agotada.

Necesito taparme, cubrirme, no quiero que me vean así.


Tranquila, tampoco miran.

martes, 7 de junio de 2016

Dispara antes.


Hay algo dentro que no...

Una parte de ti se prepara para tomar una fotografía, 
mide la luz, 
el encuadre perfecto, 
velocidad, apertura... 
todo listo 
y justo cuando va a apretar el disparador esa otra parte de ti mueve  la anilla del objetivo para que todo salga borroso.
Te autoboicoteas.
Y aquí vienen... llegan a una fiesta sin ser invitadas y se creen las reinas del lugar.
Desestabilidad.
Frustración.
Inseguridad.
Destiérrala. Esa parte de ti es como el villano de las películas. Tiene la importancia que el director quiera darle. Y tú eres el director de este film. Quítale el protagonismo que cree que se ha ganado. Elimina sus escenas y sus frases, es un figurante. Exíliala.
Haz otra foto, esfuérzate otra vez. 
Prepárate y espera el golpe. 
Dispara antes. 
Que cuando intente desenfocar, la foto ya esté tomada. 
Que no tenga armas, ni nada que hacer.
Sin pensar.
Dispara antes.